Daniel Sánchez

¿Y por qué no planteamos la sostenibilidad desde una visión holística?

Sales Manager en RAFESA
21 de Noviembre de 2022
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Desde hace un tiempo hay más concienciación en lo que se refiere al cuidado del medio ambiente y también estamos sufriendo en primera persona las consecuencias del cambio climático. Movimientos como los de Greta Thunberg y las últimas acciones aparecidas en prensa, que no comparto en absoluto, de engancharse con cola y destrozar obras de arte, hacen un llamamiento a la opinión pública sobre la sostenibilidad y el cambio climático.

Quitando las formas de como lanzamos el mensaje, la sostenibilidad en todos los aspectos de nuestra vida es importante, pero ¿por qué nos centramos únicamente en un punto? En primer lugar, hay que partir de una premisa que apela a ese ‘todo conectado’. No podemos ser sostenibles solo en parte o solo en un momento determinado. ¿Qué sentido tiene apostar por un envase sostenible si su contenido no lo es? ¿Qué sentido tiene invertir en mejores materiales si articulamos envíos de grandes distancias que conllevan enormes emisiones solo en transporte? ¿Qué sentido tiene utilizar solo vidrio reciclado si en nuestro almacén tenemos luces alógenas todo el día encendidas? De la misma manera que el planeta acusa los efectos de un sobreconsumo de forma general y no parcelada, es necesario entender que el packaging sostenible debe ser abordado desde una visión holística en la que, para ser verdaderamente eficaces, debemos actuar en bloque y no por flancos.

Para ello, debemos iniciar esa visión sostenible desde el principio, a partir de la idea. Como sucede con cualquier producto, cuando algo no existe, lo primero es pensar y diseñar basándose en ese pensamiento, que no es sino la expresión más inteligente, eficiente y sostenible de algo. Hay que lanzar preguntas para que el diseño responda. Y si queremos que esas respuestas respeten el medio ambiente, protejan nuestros recursos y trabajen por revertir los efectos de un cambio climático galopante, entonces debemos apostar por el ecodiseño. La sostenibilidad compete al productor, al fabricante, al diseñador, pero apela de forma especial al consumidor.

Cuando el consumidor tiene toda la información, puede concluir que la elección de un determinado producto, por muy reciclable o reciclados que sean sus componentes, no sea sostenible para el planeta y viceversa. La sostenibilidad del envase y del artículo son indivisibles, y lo es también su uso.

También tiene que ser un mensaje en el que no hay enemigos, desde mi punto de vista, se ha hecho una campaña agresiva en contra del plástico, y éste es necesario a menudo en el día a día. La pregunta que hacemos es ¿todo el plástico en nuestro producto es indispensable? ¿El consumidor hará una buena gestión en el residuo de ese material? No conseguiremos mucho si solo ecodiseñamos en el inicio, pero dilapidamos en el final. Para ello, debemos ser conscientes del poder que tiene el consumidor cuando escoge qué producto comprar, qué uso darle y cómo desecharlo para que ese envase pueda completar el ciclo más adecuado que permite su reintroducción, valorización o tratamiento.

Pero insisto, el quid de la cuestión no solo está en el origen, sino en todos los elementos que intervienen durante el ciclo, tanto de producción como de uso. Que cada vez más fabricantes de cosméticos aumenten la proporción de su stock energético procedente de fuentes renovables es un ejemplo de esta entente. Cuando hablamos de una visión holística en el packaging cosmético, nos referimos a la corresponsabilidad que hay entre lo que producimos, cómo lo producimos, y entre cómo lo usamos y desechamos, y eso pasa por transformar el modelo de lineal a circular. Todo debe reintroducirse de nuevo en el ciclo y de forma urgente. Más cuando sabemos que cada año se generan en Europa alrededor de 25,8 millones de toneladas de residuos plásticos. Menos del 30% de éstos se recogen para su reciclaje.

Por esto mismo, antes de centrarnos en el material, tengamos una visión más global y veamos como cada uno, desde nuestra área de influencia, debemos ser más sostenibles. Solo si somos conscientes que la sostenibilidad va más allá del material, entenderemos todo lo que podemos cambiar y del poder que, como consumidores, tenemos.

Modelo circular de producción sostenible
Modelo circular de producción sostenible 

 

Sobre el autor
Daniel Sánchez

Daniel Sánchez

Sales Manager en RAFESA

Mi vinculación al mundo del packaging empezó hace 18 años y actualmente soy el Director Comercial de Rafesa. Durante estos años la presencia con clientes y eventos, me ha permitido tener un amplio conocimiento de las tendencias del sector, de las necesidades del cliente y sobre todo establecer relaciones de confianza con los clientes y colaboradores aportando valor y asesorándolos. Como parte principal de este conocimiento he querido siempre aportar un valor a la sostenibilidad, pero siempre dando una visión integra y buscando el equilibrio entre sostenibilidad y funcionalidad.
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