Melissa Torres Baro

Salud mental en el trabajo: del dicho al hecho

Academic Director en Beauty Cluster
24 de Noviembre de 2022
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Salud mental
Salud mental

Os voy a explicar algo personal: hace unos 10 años, tras dar a luz y disfrutar (si se le puede decir “disfrutar”) de la baja por maternidad, regresé al trabajo inmediatamente después de que finalizara la acumulación del permiso de lactancia. Regresé con mi sacaleches automático en mano, y cada dos horitas me encerraba en el baño para extraerme leche. Mi día a día era el mismo que cuando no estaba embarazada, es decir, “the sky is the limit” (sin hora de salida, disponibilidad 24/7, etc). Donde sí se había producido un cambio era en mi interior. La mirada hacia las personas (mis compañeros/as) había cambiado, y estaba más abierta y ávida por escuchar lo que les ocurría, más allá del trabajo. Y ya se sabe, si escuchas, toda tu realidad cambia.  

Tal fue así que un día, al finalizar una de esas reuniones semanales en la que se ventilan temas con dirección, mi superior me dijo “No sé qué le ha pasado, pero más que una Directora de RRHH, ahora parece más una asistente social”. Zasca de realidad. 

mental health

Según la Organización Mundial de la salud, la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.  

La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida, y es importante cuidarla y preservarla en todas las etapas de la misma. 

En el ámbito laboral también hay que cuidar la salud mental de los equipos. Sé que es un tema que cada cual ha de trabajar, pero partiendo de la base de que de media pasamos un 30% de nuestra vida trabajando, el entorno laboral es uno de los principales escenarios que determinan el bienestar emocional. Y es que, como señalan varios estudios, el 40% de los problemas emocionales tiene su origen en el trabajo.   

La falta de equilibrio entre el ámbito personal y profesional, el aumento del estrés o la baja motivación son algunas de las consecuencias más palpables de una mala salud emocional en el trabajo; algo que afecta a prácticamente la mitad de los empleados.  

Y si tú eres de los que todavía se dice “Bueno, eso me pasa en el trabajo, pero por suerte llega el fin de semana y puedo desconectar” o “Cada mañana me cuesta la vida levantarme y solo de pensar en lo que me espera, me deprimo”, ¿a qué esperas para hacer autoanálisis? 

Por mucho que pensemos que tenemos el super poder de ser una persona en el trabajo y otra en la esfera personal, somos una única e indisoluble. Las diversas esferas de nuestra vida actúan como vasos comunicantes de influencias positivas, pero también negativas. ¿Hasta qué punto eres consciente de ello? 

Es más, ¿hasta qué punto hay consciencia de ello y se hace algo desde las personas con poder de decisión e influencia dentro de las organizaciones? Sé que puede ser como una “patata caliente”, que va de mesa en mesa porque es delicado entrar y quizás nunca se acaba implementando algo al gusto de todos. Lo importante es tomar co-responsabilidad y acción. Cada persona tiene que ser consciente de lo que tiene entre manos, de evaluar su propia salud y pedir la ayuda pertinente para encontrar ese bienestar que necesita, abrirse a conocerse, poner orden y hallar un equilibrio. Pero las organizaciones deben ser conscientes de que están vivas, de que la integran personas cuyas vidas no son ni lineales ni ajenas a sus circunstancias y las de la sociedad.  

A medida que vamos creciendo profesionalmente, vamos acumulando una experiencia brutal. Educados en la cultura del esfuerzo y del sacrificio, sería lógico pensar que ya que me ha costado tanto llegar donde estoy, ahora les toca a los otros/as sufrir y sacrificarse por su trabajo, si es que quieren llegar lejos. ¿En serio seguimos perpetuando este paradigma? Quiero en este punto recordar algo que los fans de Marvel reconocerán: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad" (Stan Lee).  

Por fortuna no hay motivo para ser pesimistas del todo, ya que sabemos que hay organizaciones en el sector beauty que están tomando acción y que están tratando de apoyar a sus equipos en la mejora de su salud mental. Encontramos ya plataformas de salud digital y bienestar, directorios puestos a disposición de las personas con acceso a los mejores médicos, psicólogos o nutricionistas, implantación de una cultura corporativa abierta que invita a hablar abiertamente de salud mental, formaciones internas en temas como la salud física, nutricional, emocional, social y financiera, por citar algunos ejemplos. 

¿Qué te parecen estas propuestas? ¿Qué estás haciendo tú al respecto? ¿Qué está haciendo tu empresa algo al respecto? 

Sobre el autor
Melissa Torres Baro

Melissa Torres Baro

Academic Director en Beauty Cluster

Licenciada en derecho por ESADE (Universidad Ramon Llull), ha dedicado gran parte de su carrera a la gestión de Recursos Humanos en el sector de la hospitalidad y la hotelería. Movida por su pasión por la formación, impartió docencia y fue responsable del departamento de Carreras Profesionales en el entorno universitario de estudios de turismo y hotelería.  Actualmente es Academic Director del Beauty Cluster y Gerente de la Beauty Business School, marca formativa del Beauty Cluster. Trabaja como impulsora de los programas de formación que se co-crean desde la Beauty Business School para y con profesionales del sector beauty, y de entornos de networking y crecimiento de los profesionales de Recursos Humanos de la industria de la cosmética, la perfumería y el cuidado personal.  Es coach de salud por el Institute for Integrative Nutrition NY, practicioner en PNL y coaching wingwave y ha realizado diversas formaciones en materia de autoconocimiento, desarrollo personal y liderazgo. 
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