El macrocentro de belleza y bienestar Alura, gestionado por la sociedad Cijanaca, ha solicitado formalmente la apertura del concurso de acreedores ante el Juzgado Mercantil número 1 de Barcelona. La compañía, que se presentó en su momento como el espacio de belleza integral más grande de España, atraviesa dificultades económicas con una deuda que roza los dos millones de euros, frente a una facturación estimada en apenas 654.000 euros anuales.
El juzgado ha designado a LBL Partners como administrador concursal, despacho encargado de supervisar la evolución del negocio y proponer las posibles vías de reestructuración. Este proceso determinará si Alura consigue refinanciarse para mantener parte de su actividad o si, por el contrario, debe afrontar un cierre ordenado.
El centro ocupa 2.300 metros cuadrados en pleno corazón de Barcelona y fue concebido como un espacio único en el sector. Reúne en un mismo lugar hasta catorce marcas y firmas especializadas, que ofrecen servicios que van desde peluquería y estética hasta medicina estética, nutrición, fitness y bienestar. La idea era atraer a un público de alto poder adquisitivo con un concepto de “todo en uno”, inspirado en modelos de lujo de otras capitales europeas.
Pese a la inversión inicial y a la ambición del proyecto, la compañía no ha logrado consolidar un volumen de clientes suficiente para cubrir sus elevados costes operativos. La crisis inflacionaria, la ralentización del consumo y la fuerte competencia en el sector de la belleza han terminado por agravar la situación.
El futuro de Alura dependerá ahora de la estrategia que proponga el administrador concursal y de la capacidad de la empresa para negociar con sus acreedores. Lo que en su momento fue presentado como un referente del bienestar integral de lujo en Barcelona afronta hoy un complejo escenario judicial y financiero que pone en duda la continuidad de su actividad.