En el mes de noviembre, 'GreenPeace' publicó las conclusiones del estudio en el que la asociación se dedicó a analizar las prendas de vestir del gigante del fastfashion 'Shein'.
'SHEIN' es foco de críticas en materia de sostenibilidad, prácticamente desde sus inicios. Pero con el paso de los años, esta marca de origen chino que explota el canal online al máximo, ha ido acogiendo cada vez más detractores. Los bajos precios de miles y miles de prendas es algo que desde 'GreenPeace' señalan que tiene un coste muy caro para el planeta.
La organización ecologista ha elaborado un análisis de 'SHEIN' mediante el estudio de la composición de 42 artículos que se han comprado en Austria, Alemania, Italia España y Suiza, además de 5 productos más que se han adquirido en sus tiendas pop-up de Múnich. Tras recibirlos y adquirirlos, los enviaron a un laboratorio independiente para conocer qué se esconde realmente tras los tejidos de 'SHEIN'.
Tras conocer los resultados, 'GreenPeace' publicó un nuevo informe que decidieron presentar como 'Los trapos sucios de SHEIN'. En él se explica cómo la compañía dedicada a la 'FAST FASHION' incumple la normativa medioambiental de la Unión Europea en lo que respecta a las sustancias químicas y pone en riesgo la salud de los consumidores, y también del personal de los proveedores que fabrican los productos.
En 'Los trapos sucios de SHEIN' se estableció que contenían sustancias químicas peligrosas que superan los límites reglamentarios de la UE:
- Etoxilatos de alquifenol (APEO)
- Folmaldehído
- Metales pesados en piezas metálicas
- Metales pesados/metaloides en plásticos y materiales revestidos
- Liberación de níquel
- Metales pesados extraíbles
- PFAS - ácidos carboxílicos y sulfónicos perfluorados
- Aminas aromáticas
- Detección de COV
'GreenPeace' acusa a SHEIN de utilizar conscientemente unas dosis cerca de niveles no seguras o mayores a las permitidas de estos componentes que no se descomponen, se bioacumulan.