The Body Shop va de capa caída. El retailer cosmético, tal y como apunta el medio The Guardian, se ha declarado en quiebra en Estados Unidos y Canadá. La compañía admite así las dificultades a las que hace frente para el pago de sus proveedores en Australia y deja atrás los negocios más rentables del grupo en Reino Unido.
The Body Shop ya ha cerrado 50 establecimientos en Estados Unidos, y como señala The Guardian, el pasado sábado la compañía se acogió al Capítulo 7 de Insolvencia, que permite que los activos puedan venderse para liquidar las deudas. Alrededor de 400 puestos de trabajo, incluidos los de un centro de distribución, están expuestos a recortes de plantilla.
La compañía no solo ha bajado la persiana de manera definitiva en Estados Unidos, también lo ha hecho en 33 de los 105 establecimientos en Canadá con la consecuente pérdida de empleo de 200 trabajadores de la empresa. The Body Shop admite también tener dificultades en Australia, región en la que cuenta con casi un centenar de tiendas. Fuentes que han declarado para The Guardian, hay una parte rentable del negocio que procede de otros mercados podría cubrir los gastos diarios con el cashflow, pero necesitaría otras fuentes de ingresos para poder hacer frente a las deudas contraídas con los proveedores.
El pasado mes de febrero, The Body Shop, se declaró en Reino Unido en concurso de acreedores, país en el que atraviesa una delicada situación y que expone la estabilidad de hasta 2.000 empleados de la compañía.
The Body Shop fue adquirida por Aurelius a finales de 2023 y desde que el nuevo propietario llegara la compañía respira incertidumbre e inquietud. También a principios del mes pasado, The Body Shop se deshace de gran parte de su negocio en Europa y Asia. Todos estos movimientos coinciden también con la salida de la directora general de The Body Shop en el Reino Unido e Irlanda, y en enero, también se anunció la salida de Ian Bickley, quién ejerció como CEO interino de la compañía.