Belleza y salud: suplementos y complementos vitamínicos

Lidia Tomás nos describe los aspectos más técnicos que se esconden tras la tan aclamada "nutricosmética"

Lidia Tomás
Responsable de estudios preclínicos in vitro en AINIA
01 de Septiembre de 2023
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Nutricosmética y suplementos alimenticios para el cuidado de la piel
Nutricosmética y suplementos alimenticios para el cuidado de la piel

Los suplementos vitamínicos y nutricionales son productos diseñados para proporcionar los nutrientes y vitaminas necesarios para el funcionamiento del cuerpo, especialmente en casos de deficiencias nutricionales o en etapas de la vida de intensos cambios fisiológicos con altos requerimientos, como por ejemplo la infancia. Entre otros, es recomendable la suplementación de vitamina D durante los 6 primeros meses de vida; el embarazo con la suplementación de la vitamina B9 (ácido fólico) o la tercera edad (el propio envejecimiento conlleva que en algunos caos no se absorban bien los nutrientes y se precisa suplementación). Aunque una dieta equilibrada generalmente debería ser suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales, en determinadas ocasiones, debido a factores genéticos, estilos de vida o situaciones especiales de mayor estrés o esfuerzo, puede ser necesario complementar la alimentación con suplementos específicos.

Una tendencia en aumento en los últimos años es el uso de suplementos vitamínicos con el propósito de mejorar la salud de la piel. La conexión entre la ingesta de nutrientes y los beneficios para la piel es un conocimiento que se ha mantenido durante mucho tiempo. Por ejemplo, se recomienda el consumo de la biotina o vitamina B8 para mejorar la salud del cabello, o el consumo de la vitamina C para contribuir a la formación de colágeno. Esta idea ha dado origen al término "nutricosmética", es decir, promover la belleza desde el interior. Este concepto fusiona dos términos: los "nutracéuticos" (definidos en 1995 como alimentos que aportan beneficios para la salud) y los "cosmocéuticos" (compuestos aplicados tópicamente que afectan la apariencia y función de la piel, concepto introducido por primera vez en 1962 por Raymond Reed).

El origen de este concepto se fundamenta en los estudios científicos que indicaban los beneficios para la salud, incluida la piel, del consumo de alimentos ricos en antioxidantes. El término comenzó a surgir alrededor de 2012, cuando se comenzó a evidenciar el efecto positivo del consumo de compuestos como carotenoides y polifenoles en la protección solar y otros aspectos de la piel.

El avance en el conocimiento molecular y celular de la piel ha permitido comprender mejor la relación entre la piel y el metabolismo, identificando nuevas áreas para mejorar la función de barrera, así como identificar nuevos compuestos o combinaciones de estos, que pueden modular las funciones de la piel. En este sentido, se ha establecido una comunicación bidireccional entre el intestino y la piel a través del eje intestino-piel (“gut-skin axis”), lo que influye en la diferenciación de la piel y en la respuesta inmunológica.

La microbiota intestinal que abarca una gran diversidad de microorganismos que residen en el intestino, más de 5.000 especies entre los que se encuentran bacterias (97%), hongos y protozoos, desempeña un rol esencial en el equilibrio del metabolismo y el sistema inmunológico, influyendo así en el funcionamiento global del cuerpo. Entre estos microorganismos varios son de vital importancia, ya que contribuyen a la descomposición de polisacáridos complejos no digeribles en nutrientes esenciales como las vitaminas K y B12, además de generar butirato y propionato. Estos últimos compuestos tienen un efecto beneficioso en la preservación de la integridad de la barrera epitelial.

Las investigaciones señalan que algunas enfermedades intestinales tienen manifestaciones en la piel, y que la microbiota intestinal desempeña un papel en la fisiopatología de estas afecciones. La microbiota intestinal ejerce su influencia en la piel principalmente mediante dos mecanismos: la modulación de la respuesta inmunológica sistémica y la mejora de la barrera y permeabilidad intestinal. La preservación de la integridad de esta barrera intestinal juega un papel crucial al proteger la microbiota, evitando su entrada en la circulación sistémica y previniendo la inflamación intestinal.

La dieta también desempeña un rol fundamental en el manejo de ciertos problemas dermatológicos, ya que ciertos componentes alimentarios pueden dañar la integridad de la barrera intestinal, permitiendo que las bacterias intestinales accedan al torrente sanguíneo.

Por lo tanto, la disbiosis intestinal (desequilibrio en la microbiota) puede afectar negativamente a la piel. Metabolitos derivados de bacterias intestinales pueden afectar a la diferenciación de la piel y a la integridad de la barrera cutánea al llegar a la piel a través del torrente sanguíneo, lo que resulta en pérdida de agua y queratinización alterada. La disbiosis también puede desencadenar una respuesta inflamatoria, lo que contribuye a trastornos cutáneos como la dermatitis atópica, la psoriasis y el acné.

Esta nueva área de conocimiento está impulsando el empleo de nuevo compuestos bioactivos en las formulaciones de los suplementos alimenticios para que mejoren tanto la salud como las funciones de la piel adaptándolos, según estados fisiológicos y estilos de vida, fundamentos básicos del mantenimiento del bienestar y la belleza de la piel. En este sentido, además de las vitaminas se encuentran los carotenoides u otros compuestos que modulan la microbiota como los probióticos (microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar la microbiota normal) o los prebióticos (generalmente fibras que actúan como nutrientes para la microbiota humana).

Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias "buenas" (microbiota normal) del cuerpo. Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido de fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana. En este sentido, un aspecto clave de la eficacia de los suplementos o complementos nutricionales es disponer evidencias científicas de los beneficios que aportan. Para ello, se puede contar con diferentes herramientas de estudio para las distintas etapas del proceso de desarrollo de los productos.

Una de ellas, antes del estudio de intervención en el grupo poblacional de interés, son los estudios in vitro como sistemas de diagnóstico rápidos que permiten seleccionar compuestos bioactivos o combinaciones de nutrientes según su efecto sinérgico. En AINIA disponemos de un sistema experimental de gran utilidad e interés para el estudio de los complementos nutricionales dirigidos a mejorar la salud de la piel basado en el empleo de un digestor dinámico in vitro que permite simular el aparato digestivo y el colón, así como de modelos celulares, que pueden estar basados en técnicas complejas como la bioimpresión 3D, que mimetizan la piel in vitro. Mediante este sistema se pueden determinar puntos claves de un complemento nutricional: la biodisponibilidad de los nutrientes, la modulación de la microbiota, en caso de que la estrategia implique el eje intestino-microbiota-piel, y la modulación de biomarcadores del funcionamiento de la piel como la formación de colágeno, regeneración de la piel o mejora frente a psoriasis.

 

Sobre el autor
Lidia Tomás

Lidia Tomás Cobos

Responsable de estudios preclínicos in vitro en AINIA

Licenciada en Bioquímica por la Universidad de Valencia. Diplomada de Estudios Avanzados y Doctora en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Valencia. Realización de la tesis doctoral en la Unidad de Señalización de Nutrientes del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC). El proyecto de su tesis se centró en el conocimiento de las bases moleculares del proceso de inducción de genes por glucosa. Cuenta con más de 18 años de experiencia en el área de señalización de nutrientes moleculares. Desde 2005 trabaja en AINIA, y lidera la línea de trabajo e investigación de Estudios preclínicos con modelos in vitro.  La principal línea de investigación es el estudio y la evaluación del impacto de compuestos bioactivos, ingredientes alimentarios y productos alimenticios en la salud mediante la aplicación de técnicas celulares y bioquímicas y moleculares así como el estudio de la interacción con el sistema gastrointestinal y microbiota colónica mediante digestores dinámicos in vitro.  
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