Tal y como avanzó la agencia de noticias 'Reuters', 'Revlon' estaría negociando la venta de su negocio para salir cuanto antes del Capítulo 11, que le declaró en bancarrota desde el pasado mes de junio.
Según indicó Paul Basta, el actual abogado y el que gestiona la situación de Revlon, la compañía estudia las posibilidades de venta y ha comenzado a enviar acuerdos de confidencialidad a los compradores que estarían interesados en completar la operación.
Esta transacción pretende estar cerrada antes de que inicie la campaña de Navidad, por lo que a mediados de este mes de noviembre, los acuerdos deberían firmarse. Los acreedores de Revlon lo consideran inviable, puesto que no deja tiempo suficiente a las partes interesadas para revisar el plan de negocio de la empresa. En cambio, sí que es tiempo suficiente para Basta, el abogado de Revlon, que explica que es de "suma importancia y urgencia" abandonar lo más pronto posible la situación de bancarrota. El 'deadline' que tiene la compañía para proponer formalmente el plan de quiebra es hasta el 19 de enero, tal y como acordó con el juez en agosto.
La crisis de Revlon
El gigante cosmético estadounidense ha sido una compañía de referencia durante muchos años, tanto en el continente americano, como a nivel internacional. Tal como indica la 'BBC', Revlon advirtió en el mes de marzo de este mismo año, que atravesaba una situación con "restricciones de líquidez provocadas por los continuos desafíos globales, incluida la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de la inflación." A finales del mismo mes, la compañía informaba que asumía una deuda de 3.300 millones de dólares de deuda a largo plazo. En el mes de junio, la compañía se declaraba en bancarrota.
Las ventas cayeron un 21% en 2020, aunque en el 2021 se recuperaron en un 9,2% seguían estando por debajo de los niveles de recuperación, que supuso unas pérdidas de 206,9 millones de dólares en el resultado neto de 2021.
Robert Caruso, el director de reestructuración de Revlon, tras recibir un préstamo de 375 millones de dólares para paliar los inconvenientes de la cadena de suministro. Según Caruso, aseguró que gran parte de los proveedores de materias primas de la marca dejaron de enviar, mientras que otros proveedores, exigían el pago de entregas futuras.