Las acciones de Estée Lauder, conocida por tener marcas en su cartera como Clinique y MAC, se desplomaron en la preapertura de Wall Street, registrando pérdidas de hasta un 14%, aunque con la apertura del mercado lograron moderarse a una caída aproximada del 3%.
La compañía anticipa un crecimiento orgánico de las ventas entre el 0% y el 3% para el ejercicio fiscal que concluye en junio de 2026. Esta previsión supera ligeramente el consenso de mercado, situado en torno al 1,9 %, y supone una esperanzadora recuperación frente a la caída del 8% registrada en ventas durante el ejercicio anterior.
En lo que respecta a sus resultados financieros, Estée Lauder espera unas ganancias ajustadas por acción entre 1,63$ y 1,87$ para el próximo año fiscal. No obstante, persisten las preocupaciones entre los inversores por la ralentización de ventas en China y la fuerte competencia en Estados Unidos, especialmente por parte de L’Oréal y otras marcas emergentes.
Además, la dependencia de Estée Lauder de las ventas en tiendas duty-free en China y Corea del Sur, que en su momento representaban hasta un tercio de sus ingresos, se ha visto notablemente debilitada tras la reapertura de los viajes internacionales. Los ejecutivos han subrayado la necesidad de que esta caída toque fondo para poder recuperar el impulso. El panorama se complica aún más por los impactos derivados de la guerra comercial, ya que la empresa estima un coste adicional de aranceles de 100 millones de dólares en 2026.
Según indica Vogue Business, las ventas del grupo Estée Lauder registraron ya una caída de casi el 10% en el ejercicio fiscal de 2025 y cerró unos ingresos totales de 14,3 millones de dólares. Ante este golpe, la compañía ya lanzó un ambicioso de plan de recuperación, entre los que se incluye una reestructuración organizativa y un plan de medidas de ahorro para retomar su crecimiento en los próximos años.