BASF se recupera de las pérdidas del pasado ejercicio. La compañía química alemana ha conseguido unos beneficios de 225 millones de euros. En el mismo comunicado, BASF ha explicado que pone en marcha este año un programa de ahorro de costes de 1.000 millones de euros, que se extenderá en 2026, para la sede de Alemania.
Las ventas, sin embargo, fueron inferiores a las anotadas en 2022. Este año, el grupo ha registrado unas ventas de 68.902 millones de euros, un 21,1% menos que el año anterior, y por debajo de las expectativas de la empresa que oscilaban entre los 73.000 y 76.000 millones de euros. El negocio químico fue el que más notó esta disminución de las ventas: hasta un 30,4%.
Referente a los ingresos obtenidos, descendieron en todas las regiones. En Europa, un 22,9% menos, en Norteamérica, un 21,9% menos respecto al año pasado, un 19,6% menos en Asia Pacífico, un 12,4% en Sudamérica, Oriente Próximo y África un 12,4% menos.
De cara a 2024, BASF anticipa un ligero crecimiento económico, aunque advierten de los altos precios de la energía que continúan frenando el desarrollo económico.
Martin Brudermüller, presidente del Consejo de Administración de BASF y Dirk Elvermann, director financiero de la compañía, han adelantado que se pondrá en marcha un plan de ajuste adicional para la sede de Ludwigshafen para conseguir un ahorro de costes de 1.000 millones hasta finales de 2026. Este plan incluirá también reajustes y recortes en la plantilla y que busca, principalmente, reducir costes fijos para "impulsar la eficiencia en las estructuras empresariales y adaptar sus capacidades de producción a las necesidades del mercado."