La semana pasada la OCU publicó un estudio en el que acusaba a siete protectores solares de marcas diferentes que no cumplían con el factor de protección que figuraba en el etiquetado.
El artículo que se encuentra ya despublicado del portal de la Oficina de Consumidores y Usuarios explicaba que había realizado un análisis exhaustivo de quince protectores solares para el rostro de factor 50 y 50+ en un "laboratorio independiente certificado" y según apuntan desde la organización, los resultados confirmaban que no cumplían con el factor de protección que especificaban en su etiqueta.
"No protegen tanto como anuncian en la etiqueta y no están cumpliendo lo establecido en la normativa", estas eran las palabras que se encontraban en el informe emitido por la OCU. Entre estas cremas, se señalaba también a la Isdin Fusion Water Magic SPF 50. El pasado jueves, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), se encargó de desmentir estas acusaciones con la publicación de una actualización sobre las actuaciones de control de mercado de los protectores solares contradiciendo el informe de la OCU. La AEMPS argumentaba que había recibido informaciones de las compañías afectadas que sustentan las reivindicaciones del FPS y FP-UVA.
Por una parte, ISDIN ha emprendido acciones legales contra la OCU al negarse a hacer una rectificación pública y "haber confeccionado y difundido un estudio sesgado que carece de cualquier metodología objetiva y basado en estudios irregulares y criterios arbitrarios". Nivea Sun, por otro lado, ha seguido los mismos pasos que ISDIN y ha enviado también un comunicado en el que aseguran que también procesarán las acciones legales necesarias contra la OCU. En el comunicado de prensa emitido por Nivea, acusan a la OCU de "proporcionar información engañosa sobre nuestro producto, dañando potencialmente nuestra reputación".
Nivea Sun ya cuenta con precedentes en este tipo de situaciones. Este mismo año, en marzo, ya recibió acusaciones por su producto Nivea SUN Protección Facial Sensitiva FP50 en el que la AEMPS alegó discrepancias en el etiquetado del factor de protección solar basado también en un estudio elaborado por la OCU. La compañía entonces también se personó en contra y manifestó que sus fórmulas de Nivea SUN y sus SPF etiquetados están fundamentados de acuerdo con métodos de prueba estandarizados internacionalmente. "Estas pruebas se realizan mediante test ciego en institutos de pruebas independientes y validados para garantizar siempre la coherencia y demostraron que el producto alcanza un SPF superior a 50".
Las otras marcas que fueron también señaladas por la Oficina del Consumidor y Usuarios fueron Rituals, Biotherm, Lancaster y Piz Buin. La OCU acusó a estas de un "posible problema de formulación que en su proceso de elaboración se priorice un producto que ofrezca una experiencia de uso agradable y satisfactoria, más parecida a una crema facial clásica en la que se sacrifica la protección frente a las radiaciones".