Según publicó el pasado 1 de agosto 'The Wall Street Journal', la multinacional estadounidense de cosméticos estaría negociando la compra de la marca de lujo Tom Ford, fundada en 2005. el diario ha indicado que la cifra de compra rondaría los 3.000 millones de dólares y se convertiría en la adquisición con el mayor valor económico de la historia para Estée Lauder. Hasta entonces, la mayor adquisición de Estée Lauder ha sido la compra Too Faced, en 2016 valorada en 1.450 millones de euros
Hace apenas un mes, salía a la luz a través de Bloomberg, que la compañía de lujo Tom Ford barajaba la posibilidad de venta, y que estaba buscando un nuevo dueño. Por ello, la empresa de lujo contrataba a Goldman Sachs, un banco de inversión, que actúa como asesor y negociador en este proceso. La venta cuenta con un requisito por parte del propietario de Tom Ford: el derecho a trabajar con su fundador después de efectuarse la operación.
En caso de realizarse esta operación, Estée Lauder entraría de lleno en el ámbito del lujo y podría introducir como propias los productos ofrecidos por parte de Tom Ford, especialmente, los cosméticos y fragancias de alta gama. La línea de belleza de Tom Ford son considerados como una marca ultraprestigiosa, y eso es lo que persigue Estée Lauder. Esta operación busca seguir la misma estrategia que Puig y de esta manera, significaría incluir en su cartera marcas de moda, puesto que hasta ahora, únicamente, sus adquisiciones han sido compañías relacionadas con el sector de la cosmética.
Ford creó su propia marca (Tom Ford) en el año 2004, después de abandonar Gucci. Junto al director general de Gucci, Domenico de Sole, Tom Ford se convirtió en un inicio en una firma de belleza, de fragancias y de gafas que establecieron acuerdos de distribución con Marcolin, y Estée Lauder, compañía, que ahora anda detrás de sus pasos para hacerse con la compañía.