Éclat, la nueva coloración demipermanente de pH ácido de Montibello, con proteínas y vitamina C, permite conseguir Balayages con un aporte de riqueza de color, un brillo sublime y un cabello fuerte. Consigue una melena radiante, con un aspecto más saludable. En función del grado de aclaración y contraste que deseemos conseguir, podremos optar por un tipo u otro de Balayage. El resultado será distinto, pero con los mismos beneficios en el cabello, gracias a la aplicación de éclat.
¿QUÉ ES EL BALAYAGE Y CUÁNDO SURGE?
El Balayage surge en la década de los 70 de la mano del peluquero Jacques Dessange, su creador. Su nombre proviene del verbo francés “balayer”, que significa barrer, refiriéndose al gesto que se realiza “barriendo” el color desde la raíz hacia las puntas. Es una técnica de aclaración a mano alzada que crea un degradado de color en el cabello, manteniendo el color natural de las raíces, creando un efecto de naturalidad y profundidad, y aclarando suavemente medios y puntas, aportando una gran luminosidad. Todo ello, manteniendo siempre la armonía de color con el tono natural e integrando de forma perfecta las diferentes tonalidades.
Por su resultado natural, tiene mucha demanda. Además, requiere de un bajo mantenimiento: basta con un retoque de color en el salón cada 3-6 meses, dependiendo de los tonos que hayas aclarado tu cabello y el nivel de contraste que exista con tu tono natural.
Esta técnica se ha ido diversificando y actualmente nos encontramos con técnicas como el ombré, que se diferencia por ser algo más sutil, para cabellos más oscuros; el melting, una perfecta fundición del tono natural; y el foilayage, un balayage en el que se tapa el cabello con papel de aluminio en el proceso de aclaración para llegar a aclarar más tonos y crear mayor contraste.