La Estrategia sobre Productos Químicos para la sostenibilidad (CSS por sus siglas en inglés), es un cambio de paradigma para el sector químico y todos sus clientes intermedios, incluida la industria cosmética. Si bien los requisitos para las empresas aumentan, también vemos múltiples oportunidades y tendencias prometedoras para soluciones innovadoras.
Con sus paquetes regulatorios de medidas múltiples, la Estrategia sobre Productos Químicos para la Sostenibilidad constituye una pieza central de la ambición de contaminación cero del Pacto Verde Europeo y coloca la salud del consumidor y la protección del medio ambiente en un lugar destacado de la agenda de Europa. Según un informe del grupo de expertos Ricardo para Cefic, la asociación europea de la industria química, una quinta parte del portafolio de la industria tendrá que cambiar, entre ellos muchos cosméticos y productos para el cuidado personal.
El CSS traerá fundamentalmente una evaluación del riesgo químico diferente y nuevas clasificaciones de peligro en los productos químicos. La Oficina Medioambiental Europea estima que hasta 7000 sustancias podrían desaparecer del mercado para 2030, independientemente de si se pueden usar de manera segura. Nuevas regulaciones se sumarán a la complejidad de las cadenas de valor. Por ejemplo, la industria cosmética ya no solo estará sujeta al Reglamento Cosmético sino también en mayor medida a los reglamentos químicos.
Debido a posibles prohibiciones de ingredientes cosméticos, la composición de los productos cosméticos podría verse forzada a cambiar y los consumidores podrían comenzar a no obtener el rendimiento al que estaban acostumbrados en sus productos. Tomemos, por ejemplo, a los filtros UV para productos de protección solar. Se utilizan cada vez más en protectores solares, así como en cosméticos de cuidado diario y decorativos para una protección fiable contra los radicales libres y el envejecimiento prematuro y, finalmente, apoyan la prevención del cáncer de piel. Estos últimos son efectos son causados por los rayos ultravioleta que penetran profundamente. Si usted compra cualquier producto con un factor de protección solar, puede estar seguro de que los ingredientes son seguros y los productos son seguros de usar. Específicamente, los filtros UV deben someterse a una estricta evaluación de seguridad en Europa, que se conoce mundialmente como el Gold Standard.
Los filtros UV deben ser estables a la radiación solar, resistentes al agua y solubles en aceites cosméticos. Precisamente estas propiedades conducen a una baja biodegradabilidad y, por lo tanto, a ser persistentes, dos criterios que se discuten críticamente en el contexto de la CSS. La persistencia por sí sola no tiene por qué ser crítica, siempre que la sustancia como tal no presente un riesgo toxicológico para el medio ambiente. La restricción de sustancias podría conducir a una situación en la que los productos de protección solar ya no puedan lograr los efectos deseados. Es crucial considerar las correlaciones entre los requisitos y las propiedades inherentes de los filtros UV orgánicos durante los procesos legislativos relevantes para no poner en peligro la protección adecuada de los ciudadanos contra el cáncer de piel.
Apoyamos totalmente el objetivo de que los productos químicos del futuro deben ser eficientes en el uso de los recursos, circulares, neutrales en las emisiones de gases de efecto invernadero y seguros para las personas y el medio ambiente. La necesidad de cambio impulsará la transformación del portafolio hacia productos químicos seguros y sostenibles desde el diseño, que es un concepto clave dentro de la CSS. En BASF, este ha sido nuestro principio rector durante muchos años para el desarrollo de productos. Y con nuestro método Sustainable Solution Steering (SSS), gestionamos nuestro portafolio hacia productos más sostenibles que satisfagan las crecientes demandas de los clientes y las nuevas normas y estándares en la cadena de valor.
¿Qué significa esto para nuestro portafolio orientado a la industria cosmética? La CSS se reglamentará en los próximos años. Evaluaremos regularmente qué productos o grupos de productos se verán afectados por el propósito de CSS. Necesitamos desarrollar la caja de herramientas química completa en línea con la regulación de productos químicos para ofrecer sustancias y soluciones alternativas mientras mantenemos un alto rendimiento. Hay cuatro áreasclave y muy prometedoras que vemos a mediano plazo: 1. Alternativas de productos sostenibles, 2. Polímeros naturales y biodegradables, 3. Biosurfactantes y 4. Filtro UV ecológico.
Para nosotros como BASF, la salud humana y la protección del medio ambiente no son negociables y apoyamos plenamente los objetivos de la CSS. Sin embargo, creemos que el “cómo” de este cambio que hoy se propone puede mejorar. El impacto potencial en los protectores solares es un claro ejemplo de cómo podríamos estar pasando por alto la complejidad técnica de la química y el conocimiento científico y cómo esto podría afectar a la salud humana.
En enero de 2023, la Comisión Europea publicó el Transition Pathway de la industria química como una hoja de ruta para que los responsables políticos y la industria co-implementen acciones que apoyen a la transición verde y digital de la industria en la UE. Esta es nuestra oportunidad y nuestra tarea de trabajar en conjunto como parte de la cadena de valor para traer todas las perspectivas relevantes a la mesa para lograr los objetivos del CSS, pero también de todas las demás piezas de la agenda legislativa de la UE de una manera organizada, integrada y coherente. Cuanto más participemos todos en este diálogo, más fructífera será la discusión.
