El boom de las fórmulas veganas: del champú al perfume

La cosmética sin ingredientes de origen animal, desde el maquillaje hasta las fragancias, gana peso en el mercado. Una tendencia que va más allá de los claims de marketing

Se calcula que el mercado de la cosmética vegana crecerá a un ritmo del 5% anual hasta 2027. Fuente: Drew Dizzy Graham
Se calcula que el mercado de la cosmética vegana crecerá a un ritmo del 5% anual hasta 2027. Fuente: Drew Dizzy Graham

Cada vez nos preocupa más nuestro entorno. El incremento del veganismo es, quizá, uno de los mayores reflejos de este cambio de mentalidad. Si hablamos de alimentación, el fenómeno veggie sigue un crecimiento imparable en España: más de cinco millones de personas se declaran veggies (flexitarianos, vegetarianos o veganos), un 34% más que en 2019. El dato pertenece al informe The Green Revolution 2021[1], que la consultora Lantern realiza de forma anual desde 2017. Pero esta preocupación por no consumir productos de origen animal también impregna otros sectores, especialmente el de la belleza. El boom de las fórmulas veganas en cosmética deja claro que esta tendencia ha venido para quedarse.

De hecho, se prevé un crecimiento exponencial de este mercado. Por ejemplo, según plantbasednews.org, en 2027, su peso alcanzará los 21.000 millones de dólares en todo el mundo, con un crecimiento anual del 5%[2]. La aparición de un nuevo perfil de consumidor, más consciente, solidario y sostenible [3], así como la creciente preocupación por la salud, el bienestar animal y la sostenibilidad, impulsan este incremento. Por su parte, las marcas no han pasado por alto esta tendencia que apunta a ser mucho más que una moda pasajera. Por un lado, encontramos numerosas firmas, generalmente de tamaño mediano o pequeño, que apostaron hace tiempo por las fórmulas veganas. Pero, por otro, son cada vez más los grandes grupos – L’Oréal, Estée Lauder, Shiseido, Coty, Puig…- que incluyen líneas veganas en sus marcas o reformulan algunos de sus iconos para responder a las necesidades de este cliente.

Vegano no significa natural

Si bien el heavy user de la cosmética vegana suele estar bastante informado y, por tanto, sabe en qué consiste, no todo el mundo conoce las diferencias entre una crema vegana, natural, eco o cruelty free. No en vano, solo el 36% de los consumidores afirma poder distinguir qué cosméticos son naturales y cuáles no.[4]  Álex López Capitelli, creadora de Vera & The Birds, marca de cosmética natural y vegana, insiste en que “es importante aclarar que lo vegano y lo natural no son lo mismo. “De hecho, a veces, pueden ser opuestos. Por ejemplo, si quieres que un labial rojo sea 100% natural, nunca será vegano porque contiene cochinilla”, explica. Algo similar sucede con lo cruelty free. “Ambos tienen como objetivo el bienestar animal, pero no tienen por qué ir unidos”.

Despite increasing awareness, many consumers still confuse vegan and natural cosmetics. Source: Karolina Grabowska (Pexels)

A pesar de la concienciación, los consumidores confunden aún los cosméticos veganos con los naturales.

Fuente: Karolina Grabowska (Pexels)

Por tanto, es imprescindible dejar claro que un cosmético vegano es aquel que no contiene ingredientes ni derivados de origen animal. Si lleva miel, polen, cochinilla -como mencionaba Capitelli- o algunos almizcles (prácticamente en desuso en perfumería) sería natural, pero ni mucho menos veggie.

El neceser veggie

Lo cierto es que podemos encontrar fórmulas veganas en cualquier categoría de belleza. Existen líneas completas de cuidado capilar, productos de skincare, higiene y cuidado corporal, maquillaje y, por supuesto, perfumes. En cuanto a la tipología de las marcas, como decíamos, ya no hace falta recurrir al segmento nicho. En el mundo de la belleza vegana encontramos marcas como la mencionada Vera & The Birds -española y de venta en farmacias-, Freshly Cosmetics, mid/night 00.00. o Cocunat, que ya han adquirido cierto peso en el sector; junto a otras más pequeñas (Kul-tu; Alterlook; Unique Natural Cosmetics…).

Además, cada vez hay más presencia de líneas veganas en firmas más grandes o pertenecientes a grupos de belleza. Desde Garnier hasta Etnia Cosmetics, pasando por Yves Rocher o Bare Minerals. Resulta curioso que muchos de los proyectos puestos en marcha por celebrities, como Pleasing, del cantante Harry Styles, Rare Beauty de Selena Gomez, KVD, de la tatuadora Kat Von D o Kora Organics (Miranda Kerr) apuestan por el sello vegano en sus cosméticos.

Los retos de la cosmética vegana

Un último aspecto a tener en cuenta es la efectividad y confort de este tipo de fórmulas. Dado que existen más limitaciones de ingredientes y menos experiencia sobre algunos activos, Alex López Capitelli señala esto como una de las principales dificultades a las que se enfrentan marcas como la suya. “El principal reto es encontrar alternativas a ingredientes de origen animal que imiten o incluso los superen en cuanto a eficacia y sensorialidad”, señala.

No olvidemos que la eficacia y la seguridad deben seguir siendo aspectos principales de cualquier marca -vegana o no- que quiera hacerse un hueco en el sector de la belleza


Fuentes empleadas:

[1] https://www.foodretail.es/2021/09/29/2021_The_Green_Revolution_Lantern.pdf

[2] https://plantbasednews.org/lifestyle/beauty/global-vegan-cosmetics-market-exceed-21-billion/

[3] https://www.stanpa.com/notas-prensa/el-nuevo-consumidor-css-consciente-solidario-y-sostenible-volvemos-a-cuidarnos-pero-con-nuevos-valores/

[4] https://www.stanpa.com/notas-prensa/cosmetica-natural-primer-macroanalisis-europeo-neutral-y-objetivo/

Sobre el autor
Cristina Martín Frutos

Cristina Martín Frutos

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, lleva desde 2011 trabajando con publicaciones de Lifestyle. Tras ser redactora en 'Fuera de Serie' y en 'Yo Dona', medio en el que se especializó en Belleza, saltó al mundo freelance en 2019. Desde entonces, colabora con diversos medios (Woman.es; Welife; Harper's Bazaar; Belleza Solidaria; Vanitatis, Telva...), así como con departamentos de branded content y consultoras. Es co-autora del libro Fake News, Guía para sobrevivir a los bulos (Conciencia editorial) y ha participado en la obra colectiva Japón, el archipiélago de la cultura con el capítulo La belleza en Japón. En 2022 recibió el I Premio Periodismo de la Industria Cosmética, de Stanpa, en la categoría Sostenibilidad.
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