Innovación cosmética: nuevos ingredientes y materias primas

La sostenibilidad se ha convertido en una tendencia demandada y exigida, en muchas ocasiones, por los consumidores de los productos cosméticos

Miguel Garcia Suarez
Jefe Departamento Fluidos Supercríticos – ALTEX de AINIA
04 de Octubre de 2023
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Imagen cedida por AINIA
Imagen cedida por AINIA

El sector cosmético ha tenido un importante crecimiento desde 2021 y se consolida como motor de la recuperación económica, según informaciones de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética). Las previsiones para los próximos años, según diferentes estudios de mercado, muestran tasas de crecimiento anual superiores al 5%.

Nuestra asistencia a eventos importantes para el sector como la feria In-Cosmetics 2023, ha verificado que una de las tendencias de los ingredientes cosméticos es la sostenibilidad, siendo prioritaria e identificada por Mintel como un aspecto necesario que los productos cosméticos deben tener. No es de extrañar, por tanto, que buena parte de la innovación cosmética vaya alineada con esta tendencia.

La sostenibilidad se consigue a lo largo de todo el ciclo de vida de cada ingrediente, incluyendo las materias primas de partida, los procesos de obtención, el impacto del transporte o los residuos generados.

En este sentido, la innovación cosmética se pone de manifiesto en diferentes ámbitos:

  • Obtención de ingredientes tecnológicos o activos a partir de subproductos, fundamentalmente de la industria alimentaria (UPCYCLING), buscando el aprovechamiento de todo el material para diferentes usos y evitando la generación de residuos. Algunos ejemplos son aceite de huesos de frutas como el albaricoque, extractos o ingredientes emolientes obtenidos a partir de subproductos del procesado del cacao, de frutos secos, de café o de la industria cervecera entre otros.
  • Desarrollo de procesos limpios para la obtención de ingredientes cosméticos. Sustitución de procesos extractivos con disolventes convencionales por extracciones limpias como extracción con CO2 supercrítico, o extracción con agua presurizada. Algunos ejemplos de extractos así obtenidos son aceite de rosa mosqueta, de manzanilla, de jengibre, de cardamomo, de salvado de arroz… Usados dependiendo del caso como ingredientes espesantes, emolientes, ceras, fragancias, o bioactivos (antioxidantes, fotoprotectores, antibacterianos, etc).
  • Desarrollo de ingredientes mediante biotecnología. Aparecen ingredientes obtenidos con células vegetales, péptidos de distintos tipos, ingredientes fermentados, e ingredientes obtenidos por bacterias aisladas o recombinantes.

El uso de líneas celulares vegetales en cosmética no solo destaca por sus propiedades antioxidantes y regenerativas, sino también por su capacidad para sintetizar moléculas específicas para la industria cosmética. Estas células vegetales pueden ser además, genéticamente modificadas para producir compuestos beneficiosos, como colágeno vegetal o ácido hialurónico, que son fundamentales para mantener la elasticidad y firmeza de la piel. Además, la tecnología avanzada permite la producción de proteínas recombinantes a partir de estas células, abriendo nuevas oportunidades para desarrollar productos cosméticos personalizados y de alta calidad que respondan a las necesidades individuales de cuidado de la piel. Esta combinación de propiedades naturales y tecnológicas está revolucionando la forma en que concebimos la belleza y el cuidado de la piel.

  • Empleo de materias vegetales como fuente mayoritaria de obtención de ingredientes cosméticos (extractos naturales).
  • El desarrollo de nuevos ingredientes a partir de algas y microalgas, ricas por ejemplo en aminoácidos, polisacáridos, carotenoides, o vitaminas, sigue presente.

En esta línea de sostenibilidad también se ha identificado la implantación de iniciativas previas y aparición de nuevas iniciativas ligadas a la promoción de zonas en desarrollo ricas en materias primas vegetales, a través de ampliar su protagonismo en la cadena de valor del producto, en ocasiones realizando procesos de transformación cerca del lugar de cultivo, o en otros casos, mediante acuerdos que promuevan su desarrollo.

Consecuencia de lo anterior, los consumidores requieren que los procesos de fabricación estén auditados, y se valide esta sostenibilidad en la etiqueta de los productos mediante certificados que permitan identificar el impacto del producto. Por ello, las empresas que formulan productos finales ingredientes con certificaciones como ECO o COSMOS.

Para ello, los procesos aplicados deben estar recogidos en sus guías. En el caso de las extracciones, COSMOS STANDARD indica que para la certificación como producto “orgánico” deben usarse materiales naturales con cualquier forma de agua o con un disolvente tercero de origen vegetal, tal como etanol, glicerina, aceites vegetales, miel y CO2 supercrítico (Fonseca-Santos et al, 2015; COSMOS Standard, 2011).  Por tanto, entre las tecnologías idóneas para la producción de cosméticos y apropiada para productos certificados, se encuentra la tecnología de fluidos supercríticos (FSC) y en especial la extracción con dióxido de carbono (CO2). 

Otra tendencia innovadora identificada en el sector es la preocupación por el bienestar, que se centra en que los productos tengan un impacto sensorial que influya en estado de ánimo del usuario. Las fragancias se han ligado desde hace tiempo con las emociones dotando a los productos de reclamos unidos a la vitalidad, a la naturaleza, o a la relajación. Algunos ejemplos de ingredientes empleados para ellos son aceites de lavanda, romero, mandarina, especias. Este bienestar también se une a la protección o cuidado frente al estrés de la piel siendo la vitamina B3 (niacinamida), la vitamina E o el retinol ejemplos de ingrediente altamente consultados este último año por los consumidores (fuente: informe de búsquedas más populares de Google; Statista.com) y demandado.

 

Sobre el autor
Miguel Garcia Suarez

Miguel Garcia Suarez

Jefe Departamento Fluidos Supercríticos – ALTEX de AINIA

Ingeniero Químico por la Universidad de Valladolid. Responsable del departamento de fluidos supercríticos – ALTEX en AINIA. Cuenta con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de procesos extractivos y de separación con diferentes tecnologías, destacando la extracción supercrítica con CO2 en la que trabaja tanto a nivel de desarrollo piloto como de escalado y aportando a las empresas servicios de procesado industrial. 
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