Apostando por la innovación abierta

Francesc Cuadrat
Director de Estrategia y Transformación en MartiDerm
14 de Noviembre de 2022
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La innovación abierta para conectar start ups con otras compañías
La innovación abierta para conectar start ups con otras compañías

Aunque la innovación abierta sea un trending topic estos días, y aún más la creciente colaboración entre empresas y start ups, es un concepto que proviene de los años 90, donde principalmente 3 empresas lideraron la implementación de esta filosofía de trabajo: Cisco, Eli-Lilly, Procter & Gamble. Fue esta última quien llegó a utilizar la innovación abierta hasta en un 50% de sus desarrollos.

La innovación abierta es poder innovar utilizando inputs externos, puede ser, por ejemplo: la contratación de un asesor externo, la colaboración con un competidor o la colaboración con una start up. Sus principales ventajas son:

  • Generar una mayor cantidad de imputs/ideas.
  • Permitir acceder a nueva tecnología.
  • Duplicar la tasa éxito hasta +75%
  • Impulsar la transformación: mejorar la productividad y reducir costes.
  • Incrementar por tres la velocidad de innovación.

Según BBVA Research, la economía española entrará en recesión técnica —dos trimestres seguidos en negativo— a finales de este año 2022 y durante principios del año que viene. Según los estudios, en estos entornos de recesión, solo un 5% de las empresas crecen más de 1p.p por encima del PIB. Por lo tanto, si no queremos competir en precio, es importante que compitamos en diferenciación y, por tanto, qué mejor manera de hacerlo que iniciándose en la innovación abierta.

Vemos que las grandes empresas ya hace años que están invirtiendo en este sentido, y que existen multitud de sistemas para ello, como por ejemplo:

  • Hackaton: Nestlé los utiliza para exponer retos a sus empleados o a colectivos externos (como universidades de negocio).
  • Incubadoras & Aceleradoras: Juan Roig (Mercadona) creó Lanzadera para identificar oportunidades de negocio.
  • Emprendeduría:  3M permite que los empleados destinen hasta un 15% de su tiempo a innovar.
  • Hub Innovation: InnoCells del Banc Sabadell permite liderar la agenda digital del grupo y explorar el ecosistema para detectar tendencias.

A pesar de esto, no todo son buenas noticias, las encuestas muestran que solo el 8% de las empresas y el 13% de las start ups se consideran “muy satisfechas” con la colaboración. Esto es debido en gran medida a la diferencia cultural. Las empresas se diferencian por tener: aversión al riesgo, estabilidad financiera, procesos establecidos y estructura compleja. Mientras que las start ups se diferencian por tener: jerarquía plana, flexibilidad, abiertas a la innovación y trabajar en base prueba/error. Para incrementar el porcentaje de éxito es muy importante definir muy bien los retos y objetivos que se quieren cumplir, escoger start ups que den garantías de un producto viable, trabajar con expertos en este tipo de colaboraciones y hacer reuniones de trabajo previas para garantizar que hay un buen alineamiento entre ambas partes. Al igual que en la inversión financiera se tiene que diversificar, por lo que recomendamos trabajar con varias start ups, para diversificar riesgos: es mejor invertir poco dinero en varias ideas y que una salga bien, que no invertir una gran cantidad de dinero en una idea, que no se sabe si será un éxito. Como decía Peter Druker (profesor americano considerado el padre el management como disciplina): “La emprendeduría no es ni una ciencia ni un arte. Es una práctica”.

Para implantar este tipo de proyectos recomendamos seguir una metodología de 5 fases:

  • Fase 1. Definición: definir los retos a afrontar, los objetivos y el territorio de exploración. Recomendamos utilizar un CANVAS para identificar los retos
  • Fase 2. Búsqueda: buscar start ups que den respuesta a los objetivos marcados. Esta fase se puede hacer internamente utilizando alguna base de datos, como Crunchbase o con la colaboración de empresas expertas. Recomendamos que las primeras veces que se hagan este tipo de proyectos, se hagan con un colaborador externo, ya que es una nueva manera de trabajar y el colaborador tiene una gran experiencia con start ups, conoce perfectamente cómo trabajan y ganaréis mucho tiempo y errores.
  • Fase 3. Selección: Seleccionar la/las start ups. Para ello, recomendamos utilizar matrices de priorización en donde en el eje horizontal encontramos el impacto (ingresos, ventaja competitiva y protección del mercado) y en el vertical la facilidad de implantación (tiempo, facilidad, riesgos, recursos/gastos necesarios y viabilidad).
  • Fase 4. Marco de trabajo: Definir las condiciones con las que se va a trabajar con la/las start ups. En esta fase es importante definir objetivos claros, conocer el equipo de trabajo, definir los costes del piloto, definir el coste de implantar el proyecto final, ver que sea escalable, analizar riesgos y pedir muestras para analizar viabilidad.
  • Fase 5. Piloto: Realizar una prueba para ver si realmente el proyecto funciona. La ventaja del piloto es que se puede testear un producto/servicio a un bajo coste sin hacer una inversión elevada. En esta fase es importante: definir un NDA, alinear objetivos, definir governance de seguimiento, implantar proceso de iteración de mejora continua e identificar puntos de no retorno (aquellos puntos en donde se debe parar el proyecto porque no son viables).
  • Fase 6. Implementación: En caso de que el piloto haya sido un éxito y se consiguen los objetivos marcados, se pasa a la última fase, donde ambas partes firman un acuerdo para lanzar el proyecto.  

Ahora es el momento que las PYMES empiecen a trabajar con la innovación abierta, si queremos poder competir con las empresas grandes. No es un camino que debamos de recorrer solos, a día de hoy hay organismos públicos y asesores externos que acompañan en este camino. Para una Pyme es difícil implantar nuevas maneras de trabajar, pero por lo que vemos en el mercado, todos los que lo han probado esta filosofía, han querido repetir.

Sobre el autor
Francesc Cuadrat

Francesc Cuadrat

Director de Estrategia y Transformación en MartiDerm

Ingeniero Industrial y MBA IESE’14. Experiencia en consultoría estratégica (KPMG y Altair), realizando: planes estratégicos, mejora de procesos, cuadros de mandos e implantación de herramientas digitales. Actualmente, es Director de Estrategia y Transformación en MartiDerm, empresa dermocosmética, donde desarrolla proyectos transversales tales como: plan estratégico, impulso de la innovación en colaboración con start-ups, plan de sostenibilidad, entre otros.
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