La distopía de la Inteligencia Artificial

Director General en Beauty Cluster
14 de Abril de 2023
Inteligencia Artificial

Empiezo este artículo de opinión con una advertencia al lector de 'Next in Beauty': no te va a gustar. ¿Por qué? Porque rompe un paradigma que se ha mantenido desde la revolución industrial y que se ha grabado a fuego en todas nuestras cabezas con la ciencia-ficción del siglo pasado. ¿Qué paradigma es ese? La búsqueda y construcción de una utopía en la que las máquinas y los robots pasaban a realizar todas las tareas más repetitivas y tediosas, mientras el ser humano se dedicaba a la creación, la contemplación o el disfrute de su tiempo libre dedicado a diferentes aficiones.

Y, entonces, llegó la eclosión de la inteligencia artificial y desmontó esta utopía (al menos a corto plazo) para crear una nueva distopía. La RAE define distopía como 'Representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana'. ¿Tan grave es? Quizá sí o quizá no, vamos a analizarlo un poco.

El ser humano se ha volcado en los últimos dos años a utilizar e implementar herramientas de inteligencia artificial que escriben textos por nosotros, generan desde libros a documentos técnicos detallados de cualquier cosa sin más esfuerzo que unas breves indicaciones. La IA se ha vuelto el mayor escritor del mundo con sólo unos pocos meses de vida. Luego tenemos las herramientas para producir imágenes, hasta el punto de poder crear arte cuando mezclamos esta tecnología con otras herramientas como la impresión 3D o robots capaces de pintar un cuadro. Probablemente, la IA ya es el mayor creador de imágenes del mundo. Ni que hablar de la música, con herramientas de IA capaces de emular el estilo (y hasta la voz) de cualquier compositor o músico. No he seguido tanto este apartado, pero sospecho que ya debe estar siendo explotado por avispados emprendedores que verán claro esta mayúscula oportunidad. ¿Y la creación de vídeos? Más de lo mismo, ya existen herramientas (cuyo uso crece exponencialmente cada día) que generan vídeos con sólo proporcionarles un texto de lo que queremos (texto que, a su vez, nos puede crear herramientas como ChatGPT). 

¿Me dejo algo? Me dejo muchísimo, seguramente por desconocimiento. Ayer me comentaban de un streamer que había abierto un canal de Twitch donde todo (personajes, diálogos, situaciones) lo creaban de forma automatizada diferente AIs. También la creación de contenido, incluidos avatares que parecen reales de las personas que han de contarnos una historia.

Pero, ¿Quién sigue trabajando en la obra cada día? ¿Quién sigue rellenando hojas de excel? Es obvio que muchas tareas manuales han mejorado con la creación de estas herramientas y otras menos sofisticadas, pero la auténtica verdad es que la utopía era el ser humano dedicado a lo creativo y las máquinas a lo repetitivo y aburrido. Hoy el giro imprevisto nos ha llevado a que, de momento, las máquinas están yendo mucho más allá hasta no solo hacer lo repetitivo sino también lo creativo y el ser humano se ha visto arrinconado momentáneamente en muchas actividades creativas.

Nunca podremos competir en productividad con una máquina o una IA, no debe ser nuestro cometido. Pero debemos recuperar el lugar de la humanidad en el ámbito creativo, aprovechando al máximo estas nuevas tecnologías que vienen para quedarse, pero defendiendo esa chispa de genialidad que nos diferencia y que marca nuestra humanidad.

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