Tras la publicación de sus últimos resultados, Puig ha sufrido un retroceso en bolsa que llamó la atención de los inversores: la acción llegó a caer más de un 7 % en una sola jornada. El freno en el crecimiento del mercado de fragancias, junto a un contexto menos favorable en divisas, fue suficiente para despertar dudas a corto plazo.
Un negocio sólido detrás de la volatilidad
Más allá de la corrección, los analistas coinciden en que Puig sigue siendo un valor de referencia dentro del sector de belleza y lujo. Su portafolio de marcas icónicas en perfumería, maquillaje y cuidado de la piel, sumado a su presencia internacional, le otorgan una posición diferencial difícil de replicar.
Los especialistas en Bolsa recomiendan comprar
La mayoría de las casas de análisis mantiene su consejo en comprar, incluso después de la caída. El consenso sitúa el precio objetivo de la acción en torno a los 22-23 euros, lo que representa un recorrido alcista interesante frente a los niveles actuales. Para muchos expertos, la reciente corrección no refleja debilidad estructural, sino un ajuste en expectativas tras meses de fuerte revalorización.
Sin embargo, hay factores a vigilar: la alta dependencia del negocio de fragancias, un entorno competitivo cada vez más intenso, y la presión que ejercen los costes y los movimientos del euro/dólar sobre sus márgenes. También se espera una segunda mitad del año con crecimientos más moderados.
El caso de Puig demuestra que en el sector de la cosmética y la belleza las oscilaciones de mercado no siempre reflejan la verdadera fortaleza de una compañía. Más allá de las cifras trimestrales, el grupo continúa construyendo un imperio de belleza premium que combina herencia, creatividad y expansión internacional. Para quienes siguen de cerca la industria, la reciente corrección es menos un tropiezo y más una oportunidad para valorar la solidez de su estrategia.